viernes, 27 de enero de 2017

A PROPÓSITO DEL RETIRO DEL PROYECTO DE EMPLEO PÚBLICO

¿Por qué debemos permanecer en alerta activa frente al proyecto de ley de empleo público?

Franco Benavides Flores
Secretario General de la Afumitra

Desde que la señora Sandra Pizsk, en su calidad de Ministra de Trabajo, presentó en el año 2012 la primera versión del Proyecto de Ley No. 19506, se han sucedido una serie de coyunturas políticas que han manoseado dicho proyecto convirtiéndolo en una especie de comodín para las fuerzas políticas que, en uno u otro momento, se imponen en la Asamblea Legislativa o en otras esferas de poder. 

Ha pasado de un ambicioso recorte a los pluses salariales y limitación grave del derecho a la negociación colectiva, a un tímido intento de recortar unos pocos sobresueldos; luego ha recogido las propuestas más radicales del Movimiento Libertario, procurando ya no solo hacer recortes de salarios sino imponer la “disciplina fiscal” por ley y, después, otra vez, ha transformado su estruendoso rugido neoliberal en el maullido de gato casero.  

Lo que siempre ha sido coherente es la campaña para culpar a los empleados públicos de todos los desastres del Estado costarricense, disimulando los graves problemas de fondo del “Modelo Económico Neoliberal” y las verdades causas del Déficit Fiscal.  Denigrar al empleado público presentándolo como un vago parasitario con salarios de lujo, ha sido la cantinela cotidiana que repiten Otto Guevara y sus compinches en la Asamblea Legislativa y de la que sirven como amplificadores, no sin agregar lo propio, “La Nación”, “Telenoticias” y  otros medios comerciales de desinformación masiva.

La última versión del proyecto 19506, la que según dicen, el Gobierno convocó a sesiones extraordinarias porque cedió al   chantaje de los empresarios, no es la peor versión ni la menos dañina de las decenas que se han sacado de la manga uno u otro grupo de diputados, según midan la correlación de fuerzas dentro de ese poder pero, sobre todo, según perciban la fuerza o la debilidad de la movilización sindical.

Las numerosas y permanentes maniobras alrededor del famoso proyecto de ley, las convocatorias y desconvocatorias, la modificación radical de su contenido por la vía de las “mociones sustitutivas” y la descarada “estrategia” de excluir a los educadores para fragmentar la lucha, son un indicativo de que el ánimo de “igualar a la baja” a los empleados públicos respecto a los del sector privado, está tan vivo o más que antes. 

En ese sentido la desconvocatoria del proyecto 19506 por parte del Gobierno, no solo no es indicativo de que se haya derrotado a las fuerzas neoliberales, sino de que estás procurarán encontrar otro momento, en el que tal vez no haya tanto disposición a  enfrentar la arremetida con la fuerza de la unidad sindical como en éste. 

Urge la unidad sindical, pero sobre todo una unidad de amplia base, en la que los empleados públicos y los de la empresa privada sepan descubrir cada maniobra particular contra uno u otro sector, como un componente de la estrategia neoliberal que busca desmontar lo que queda del Estado Social.

San Rafael de Heredia, 26 de enero de 2015. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario