¡Adiós al Diálogo Social!
ó de cómo acorralar a los empleados públicos.
Franco Benavides
El Gobierno de “Unidad Nacional” anunciado por el Presidente Alvarado, realmente es el del “Consenso Neoliberal”. La principales fuerzas políticas y económicas lograron que en la primera y segunda ronda de las recién pasadas elecciones el espectro político se moviera hacia la Derecha. Pasamos de un Gobierno del PAC que oponía alguna resistencia a la agenda para desmantelar el Aparato Estatal a uno, que según sus primeras señalas, adoptó las principales tesis neoliberales.
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Desde la campaña, los candidatos que pasaron a la Segunda Ronda dieron su apoyo al Proyecto de Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas. Y no decimos que aumentar los impuestos indirectos sea propio de la “agenda neoliberal” pero, en cambio, si lo es el convertir en ley la “austeridad fiscal” por medio de la Regla Fiscal; esto sí que es encarnar el principio neoliberal de “Menos Estado, más Mercado”.
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Sin duda, después de años, incluso décadas de señalar a los empleados públicos como una especie de casta privilegiada y parasitaria, por la gracia de sus organizaciones sindicales; sin duda, el enfilar las medidas para resolver el Déficit Fiscal contra este sector, será muy popular. Esta política de arremeter contra el único sector de trabajadores que se ha podido organizar sindicalmente, parece ser la estrategia escogida por el Gobierno del Consenso Neoliberal para ganar la simpatía de los sectores poderosos del país e, incluso, de amplias masas de personas trabajadoras del Sector Privado que por sus condiciones de precariedad laboral, miran con cierto rencor, las condiciones mucho más dignas del empleo público.
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El Gobierno del Consenso Neoliberal, el que ha conformado el Presidente Alvarado, se apresta a romper el “empate” entre las fuerzas que defendían el Estado Social y las que impulsan la Contra-Reforma Neoliberal. Haciéndose el ciego sobre el verdadero origen de los problemas estructurales del país, entre los que sin duda, el Déficit Fiscal, es un resultado y no la causa; con una miopía histórica oportunista, este Gobierno -tal vez arrastrado por las fuerzas políticas y económicas que han logrado ese “consenso” (“el gasto estatal es malo”); parece dispuesto a hacer avanzar lo que los Gobiernos Liberacionistas apenas se atrevieron a insinuar: desbaratar a la Clase Media compuesta en gran medida por empleados públicos y con ellos al único Movimiento Social que ha hecho resistencia al desmantelamiento de las Instituciones del Estado Social: los Sindicatos del Sector Público.
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Inicia el Gobierno del Presidente Alvarado con la promulgación de una serie de medidas que golpean el salario real de los empleados del Gobierno Central: congelamiento de salarios, anualidades y disminución de otros componentes salariales como la Dedicación Exclusiva y la Carrera Administrativa (la primera, es cierto, tan solo para los empleados de nuevo ingreso).
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Pero, ese inicio que de por sí golpea a un sector de los trabajadores costarricenses, se hace, además, de manera unilateral, por directrices gubernamentales que han invalidado no solo acuerdos que están vigentes entre el Gobierno y los Sindicatos, sino que han desconocido a la instancia de Diálogo Social creada para estudiar y negociar esas materias.
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Las directrices promulgadas por el Gobierno del Presidente Alvarado, sin que el señor Steven Núñez, Ministro de Trabajo, siquiera se haya pronunciado sobre una materia que le compete, según el Decreto Ejecutivo No. 35730-MTSS y, menos convocado a la Comisión Negociadora de Salarios del Sector Público, sino para la negociación, al menos para la consulta previa sobre los cambios sustanciales en los reajustes de salarios y sus componentes;tales directrices le dicen adiós al Diálogo Social y acorralan a los empleados públicos y sus Sindicatos.
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El Ministro de Trabajo, aceptó ese gesto simbólico de no asistir al principal foro mundial sobre los Derechos del Trabajo, suponemos como el primer gesto de la austeridad anunciada por el Gobierno. Pero bien, creemos nosotros, esa ausencia puede ser el símbolo de lo que serán los Derechos Laborales para este Gobierno.
Heredia, 4 de junio del 2018