LAS HUELGAS VERSUS EL TRAFICO DE INFLUENCIAS
ó de cómo los "Empre-Sultores" defienden su negocio.
Franco Benavides
Desde que empezó la huelga del
Magisterio, un grupo de comentaristas en Face Book se ha dedicado a señalar dobles
intenciones a ese movimiento, haciéndole coro al ex-ministro de Educación. Uno de ellos insiste en que la huelga de los
educadores busca hacer avanzar un proyecto político que simpatiza con, según el radicalismo izquierdista de Venezuela.
Efectivamente, hay una “línea divisoria”
de la política nacional. La "línea
divisoria" de la política costarricense la traza la confrontación entre el
Modelo Neoliberal impulsado, principal, pero no exclusivamente por el PLN, por
un lado, y las fuerzas que buscan una alternativa a ese Modelo, por el otro. Por supuesto, el Movimiento Sindical se ha
inscrito entre el grupo de fuerzas que se oponen al Modelo Neoliberal y eso se
ha expresado con toda claridad en huelgas y acciones de carácter
"político" como las del Combo del ICE, contra Riteve y contra el
TLC. Pero decir que la huelga de los
educadores es una huelga "política" o es ignorancia pura o simple mala
fé.
El origen de la huelga (un grupo de
afectados que se tiran las calles y que "arrastra" a la Dirigencia),
es una clara muestra de que se trata de una simple huelga reivindicativa. Que por las dimensiones de la huelga y su
asentamiento en el sector público, se convierte de manera inmediata en un
enfrentamiento contra el Gobierno, hace que de alguna manera ella tenga un
carácter "político", pero no en el sentido de que tenga como principal objetivo doblarle el
brazo a nuevo Gobierno. No. La huelga en
el sector público siempre adquirirá matices políticos.
Pero bueno. La acción sindical es, en todo caso, abierta
y claramente planteada. Hay otras
acciones para influir en la trayectoria del Estado o del Gobierno que, siendo
igual o más efectivas que las huelgas, se expresan de manera soterrada. Son los conciliábulos en el Club Unión o en
Rhomuser, desayunos o cenas en la UCAEPP..., estas acciones tienen más
influencia sobre la orientación de las políticas estatales que una huelga
nacional de uno o dos meses.
Y aún hay otras acciones soterradas
que, no siendo acciones legítimas como una huelga reivindicativa, tienen tanto
o más efecto beneficioso para quienes las protagonizan: se trata del tráfico de
influencias que se ha expresado en lo que se denomina "Estado
Paralelo". Es una red de auxilio estatal para los consultores privados (en
realidad debería llamárseles algo así como "Empre-Sultores", porque
realmente son empresarios de la consultoría) a través de la cual una especie de
"casta de académicos", estrechamente vinculados al PLN, se garantice
la contratación perpetua de consultorías, casi todas ellas innecesarias. Este
tráfico de influencias realmente es vergonzoso y, sin embargo, algunos de los
Empre-Sultores se indignan cuando una organización sindical (un "grupo de
poder", como diría alguien que ha sido ampliamente bondadoso con los
consultores) recurre a la huelga, acción abierta, franca y riesgosa, para
defender sus derechos y no al tráfico de influencias para defender su posición
de privilegiada en el círculo del poder oficial.
Heredia, 2 de junio del
2014.
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