lunes, 2 de junio de 2014

Las huelgas versus el tráfico de influencias.


LAS HUELGAS VERSUS EL TRAFICO DE INFLUENCIAS
ó de cómo los "Empre-Sultores" defienden su negocio.

Franco Benavides

Desde que empezó la huelga del Magisterio, un grupo de comentaristas en Face Book se ha dedicado a señalar dobles intenciones a ese movimiento, haciéndole coro al ex-ministro de Educación.  Uno de ellos insiste en que la huelga de los educadores busca hacer avanzar un proyecto político que simpatiza con, según el radicalismo izquierdista de Venezuela. 

Efectivamente, hay una “línea divisoria” de la política nacional.  La "línea divisoria" de la política costarricense la traza la confrontación entre el Modelo Neoliberal impulsado, principal, pero no exclusivamente por el PLN, por un lado, y las fuerzas que buscan una alternativa a ese Modelo, por el otro.  Por supuesto, el Movimiento Sindical se ha inscrito entre el grupo de fuerzas que se oponen al Modelo Neoliberal y eso se ha expresado con toda claridad en huelgas y acciones de carácter "político" como las del Combo del ICE, contra Riteve y contra el TLC.  Pero decir que la huelga de los educadores es una huelga "política" o es ignorancia pura o simple mala fé. 

El origen de la huelga (un grupo de afectados que se tiran las calles y que "arrastra" a la Dirigencia), es una clara muestra de que se trata de una simple huelga reivindicativa.  Que por las dimensiones de la huelga y su asentamiento en el sector público, se convierte de manera inmediata en un enfrentamiento contra el Gobierno, hace que de alguna manera ella tenga un carácter "político", pero no en el sentido de que  tenga como principal objetivo doblarle el brazo a nuevo Gobierno.  No. La huelga en el sector público siempre adquirirá matices políticos. 

Pero bueno.  La acción sindical es, en todo caso, abierta y claramente planteada.  Hay otras acciones para influir en la trayectoria del Estado o del Gobierno que, siendo igual o más efectivas que las huelgas, se expresan de manera soterrada.  Son los conciliábulos en el Club Unión o en Rhomuser, desayunos o cenas en la UCAEPP..., estas acciones tienen más influencia sobre la orientación de las políticas estatales que una huelga nacional de uno o dos meses. 

Y aún hay otras acciones soterradas que, no siendo acciones legítimas como una huelga reivindicativa, tienen tanto o más efecto beneficioso para quienes las protagonizan: se trata del tráfico de influencias que se ha expresado en lo que se denomina "Estado Paralelo". Es una red de auxilio estatal para los consultores privados (en realidad debería llamárseles algo así como "Empre-Sultores", porque realmente son empresarios de la consultoría) a través de la cual una especie de "casta de académicos", estrechamente vinculados al PLN, se garantice la contratación perpetua de consultorías, casi todas ellas innecesarias. Este tráfico de influencias realmente es vergonzoso y, sin embargo, algunos de los Empre-Sultores se indignan cuando una organización sindical (un "grupo de poder", como diría alguien que ha sido ampliamente bondadoso con los consultores) recurre a la huelga, acción abierta, franca y riesgosa, para defender sus derechos y no al tráfico de influencias para defender su posición de privilegiada en el círculo del poder oficial.
Heredia, 2 de junio del 2014.

                                                                                                                          

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