viernes, 7 de marzo de 2014

¿Calma? ¿Por qué?

¿Calma? ¿Por qué?
ó de cómo se amenaza con llamados a la calma

Franco Benavides

Oír a la Presidente Laura Chinchilla llamando “a la calma” y escuchar el coro con que la acompañan en ese mismo llamado las cámaras patronales, es raro.  Y es que uno vuelve a ver para  todos lados y no ve ningún alboroto, todo está quedito.  Y claro, cuando las aguas del ambiente político y social están mansas como en un lago sereno, eso de llamar a la calma lo pone a uno nervioso .
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¿Que el dólar está subiendo? Pero, ¿para qué son las “bandas” si no para impedir que se desboque?  ¿Por qué habríamos de perder la calma por una devaluación controlada? O, ¿acaso no está controlada? ¿No es “normal” que esto suceda?  Y si no, ¿para que se crearon las “bandas” sino para que el dólar fluctué al vaivén del mercado?
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¿Qué Johnny  Araya se retiró de la campaña electoral?  Pero…, si todos sabemos que Johnny apenas si pudo atender las demandas administrativas de una alcaldía. ¡Favor que nos hace con no insistir más en que lo “contratemos”!  Además, ¿por qué habríamos de perder la calma si de todas formas sigue siendo candidato y en las próximas elecciones se elegirá a un señor  que ya ha dado señales, especialmente a las Cámaras Patronales, de que todo va a seguir por las mismas sendas trazadas por la “agenda neoliberal”? 
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Me entra como una espina en la desconfianza.  ¿Y si realmente los que llaman a la calma son los que están intranquilos?  ¿No será que ese llamado que parece dirigirse a la ciudadanía en general, tiene como destino, en realidad, a su propio estado de ánimo?  ¿Y si son los empresarios los que están intranquilos, faltos de calma?  Pero, ¿por qué?  ¿Es que les iba tan bien con los gobiernos de Liberación?  ¿Qué tiene de excepcional esta eventual alternabilidad de partidos en el gobierno?  ¿De qué puede ser sospechoso el PAC?
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¿Y si es que la sombra de un verdadero cambio y no de la alternabilidad al estilo bipartidista, les tiene el ánimo turbado a los empresarios?  ¿Será que temen que el PAC se tome en serio la voluntad popular de derrotar el continuismo?  Pero, ¿no les ha dado don Luis Guillermo suficientes señales de que aquí no va a cambiar nada esencial en el modelo económico y es que no recuerdan que el Frente Amplio –que reivindicada algunos cambios verdaderos- ha quedado descartado para la segunda ronda?
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O, acaso, ¿esos llamados a la calma son una amenaza para el candidato que se vislumbra como virtual ganador y para su partido?  ¿Quieren que el PAC sea “más claro”?  ¿Qué les garantice que va a continuar con la política de privatizaciones y concesiones de la cosa pública, empezando por el tema de la electricidad?  ¿Qué las reformas tributarias seguirán cayendo en la espalda –para eso la tiene ancha- del pueblo.
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¿Es que los llamadores a la calma quieren que el próximo gobierno sepa que si ellos no están tranquilos, que si el candidato no les da las “señales” que ellos piden, no puede haber calma?

Heredia, 7 de marzo del 2014.

  

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