Hacemos pareja
Ya sé que andas diciendo, morena,
que diminuto es mi órgano genital,
y que, para colmo de males, además,
me derramo con extrema facilidad.
Que para que la verga se me ponga dura
transcurre casi una eternidad,
y que cuando parece estar lista, dura
apenas un instante, sin darte oportunidad.
Es cierto que infantil pene tengo
y que eyaculador precoz soy,
pero de lo poco que tengo,
¡ingrata!, a Dios gracias doy.
En cambio, mujer engreída,
de atributos tu presumes
que categórica te negó la vida,
aunque con atuendos mal lo disimules.
Por qué no dices, malvada,
que cuando a tus tetas no las sujeta nada,
en caída libre locas se lanzan
y cercanas al ombligo se desparraman.
Que cual dunas del desierto estriadas,
así es la piel de tus blancuzcas nalgas.
Que compite tu vagina por lo ancho,
con el cráter de un volcán
y por la flacidez de sus paredes,
con un humedecido pedazo de pan.
¡A qué tanto reclamo
Por un imperfecto falo!:
De todas manera, dañina,
tu no tendrías orgasmo alguno,
aunque se vaciaran en tu vagina,
diez mil falos cual si fuesen uno.
Reconócelo mi dañina
y ya abandona tanta queja,
que a pesar de tanta inquina,
tu y yo, hacemos pareja.