Contribución para construir el diagnóstico del BUSSCO
Franklin
Benavides Flores
Secretario
General de la Afumitra
1) En lo que
tengo de participar en el BUSSCO he presenciado dos intentos por redefinir el
funcionamiento interno de ésta instancia de unidad. El primero fue promovido por la APSE, la CGT
y la Afumitra al presentar una propuesta para darle una estructura de
coordinación y definir los procedimientos para la toma de decisiones (documento
del 4 de octubre del 2014), que de alguna manera dio origen a la constitución
del Comité Político que actualmente es el organismo que coordina al BUSSCO. La
segunda ha sido la propuesta presentada por el propio Comité Político para
realizar un “Foro” el 13 de marzo del 2015, en que se estaría analizando el
funcionamiento del BUSSCO.
2) La
preocupación que refleja ese ánimo por auto-evaluarse, se origina sin duda en
la percepción compartida por sus miembros, de que el BUSSCO no está
respondiendo de manera satisfactoria a los objetivos para los que fue
creado. Es lógico que se procure
encontrar las causas de una cierta incapacidad para impulsar su “agenda de
lucha”, en factores internos, propios de su funcionamiento, así como en el
contexto político, económico y social que le sirve de escenario. Las siguientes notas tienen como propósito el
contribuir a generar un diagnóstico de ambos factores, internos y externos, con
el fin de re-orientar el esfuerzo de coordinación de la lucha sindical y social
que representa el BUSSCO.
3) Sin duda el
documento constitutivo del BUSSCO que recoge los ejes de lucha del movimiento
popular y que puede resumirse como la organización de la defensa del Estado
Social de Derecho y la lucha contra la Contra-Reforma Neoliberal (ver la última
versión en el documente del 4 de octubre presentado al Presidente Guillermo
Solís)[1],
es un acierto en tanto le suministra una identidad
política-contestaria frente al proyecto dominante que se construye en Costa
Rica. Por supuesto el nivel de identificación de cada organización miembro del
BUSSCO con esa concepción política y esa agenda nacional, determina el grado de
compromiso que asume con el desarrollo de la misma. No se debe olvidar que una
gran parte de las organizaciones del BUSSCO son sindicatos (aproximadamente el
60% en cuanto al número de organizaciones y mucho más, si se computa la
filiación física)[2]
que ocupan la mayor parte de sus fuerzas a desarrollar agendas de un corte muy “gremialista” (Magisterio Nacional,
Universidades, CCSS, diversas instituciones del Estado). Aunque tampoco se debe olvidar -y esto puede
ser una fortaleza para romper con el gremialismo local (enfocado en el ámbito
reducido de su institución y sus afiliados)- que la mayoría de esas
organizaciones sindicales pertenecen al sector público que es uno de los
principales blancos de las políticas neoliberales.
4) Es
importante señalar que la tesis central del documento estratégico del BUSSCO
(el del 4 de octubre la vuelve a recoger) contiene una afirmación que, según mi
criterio, se debería re-formular. Se trata de la siguiente:
“Nuestro propósito es acumular y articular la fuerza
política y social del pueblo con una agenda común de lucha, movilización y
resistencia al modelo dominante que nos
permita derribarlo con el fin de construir una sociedad inclusiva, justa,
solidaria, democrática, participativa y soberana.” (Comunicado del 7 de noviembre del 2013 y
documento del 4 de octubre del 2014; el destacado no pertenece al original)
En política
el definir con precisión un objetivo como “derribar” al Modelo Neoliberal, no
es un asunto de semántica. En realidad
se “derriba” a un Gobierno; a un sistema, como el capitalista, se lo transforma
luego de acceder al poder. A un “modelo”
particular del capitalismo como lo es el “neoliberalismo” no se lo
“derriba”: se le hace resistencia para
impedir que prospere o, en el mejor de los casos, se le sustituye con una serie
de transformaciones que no sería posible desarrollar si no se está en el poder
(en el gobierno). De manera que el
objetivo central del documento del BUSSCO no solo no está bien planteado
(debería plantear la toma del poder si se insiste no solo en frenar el Modelo
de Capitalismo Neoliberal, sino en sustituirlo por [¿un capitalismo embridado o
un socialismo democrático?], por uno que garantice una sociedad “inclusiva, justa
solidaria, etc.”), repito, no solo no está bien planteado, sino que es un
objetivo que excede en mucho la capacidad actual y futura de una instancia de
coordinación de fuerzas sindicales y sociales bastante modesta.
5) A lo sumo
-y solo bajo el supuesto de que se logren articular otras fuerzas sindicales,
sociales y política-, el objetivo
estratégico del BUSSCO, tomando en cuenta el avance del Modelo Neoliberal luego
de unas tres décadas de impulso lento pero sostenido, a lo sumo el BUSSCO debe buscar la acumulación de fuerzas para
resistir a ese avance. Que la actual es
una fase de acumulación de fuerzas o
dicho de otra forma, de incapacidad para lograr el objetivo en el presente, es
correcto. Lo que sospecho es que la acumulación de fuerzas, por lo menos no
en el corto ni mediano plazo, no puede ni debe ser para “derribar” (sustituir)
desde el Poder el Modelo de Capitalismo Neoliberal, sino para presentar una
resistencia capaz de frenarlo e impedir que consoliden la Contra Reforma
Económica, Política y Social que, por el momento están llevando a adelante los
grupos dominantes.
6) La
articulación entre las “agendas” gremiales y particulares y la “agenda
nacional” no depende nada más que de la conciencia política de los dirigentes
de organizaciones con intereses diversos (sindicales, ecologistas, de salud
pública, comunales, etc.). Por supuesto
que identificar un enemigo común (el proyecto neoliberal y sus agentes), ya es
un gran avance en el camino de esa articulación de agendas. Pero la articulación debería expresarse,
principalmente, como acciones coordinadas.
En esto, el FRENASS es un modelo que se debe seguir. Al contrario de las movilizaciones episódicas
que caracterizan al BUSSCO (especialmente alrededor de las fijaciones de
salarios del sector público, aunque se aprovechen para ventilar otros temas),
ese Frente ha venido haciendo una labor de organización que seguramente se
expresará en acciones con gran movilización de distintos sectores.
7) Parte de la
reformulación del objetivo estratégico del BUSSCO, o más bien de su táctica y
su estrategia, es comprender que un eje central del Proyecto Neoliberalizador
es el desmantelamiento del Movimiento Sindical del Sector Público porque este
se ha constituido en el principal protagonista o catalizador de las fuerzas que
han logrado frenar, en parte, un avance más rápido de la Contra Reforma. El Combo del ICE, el movimiento contra
RITEVE y contra el TLC, no habrían podido ser lo que fueron sin el acervo organizativo y
financiero del Movimiento Sindical del Sector Público. De manera que en ese proceso de acumulación de fuerzas, el articular las
del Movimiento Sindical del Sector Público, es un objetivo táctico
medular. Por eso las fijaciones
salariales que congelan el salario real, el ataque contra los remuneraciones
adicionales (anualidades, dedicación exclusiva), el ánimo persistente por
aprobar una “ley de empleo público” y la política contra las convenciones
colectivas (la “denuncia” por los jerarcas y las acciones de
inconstitucionalidad), vinculado todo lo anterior, de manera directa, al tema
del gasto público, la reforma tributaria y del déficit fiscal, deben ocupar una
atención prioritaria dentro del BUSSCO.
8) Digo lo
anterior porque me parece que dentro del BUSSCO
la agenda propia del Movimiento Sindical del Sector Público se ha
diluido. Desde hace un tiempo para acá
la discusión de las propuestas alrededor de las fijaciones salariales que se
desarrollan cada año en los meses de enero y julio, ha merecido cada vez menos
espacio dentro del BUSSCO. El tema de la
negociación colectiva y específicamente de la negociación de convenciones
colectivas en el sector público –a pesar de que ha sido blanco tanto de
acciones judiciales como de la política de “denuncia” de estos instrumentos por
parte del Poder Ejecutivo-, tampoco ha tenido una atención central en la
instancia de Coordinación. Que esos
temas, especialmente el último, es de interés estratégico para el Movimiento
Sindical, no ya del sector público, sino de todo el sindicalismo costarricense,
no parece necesitar de mayores esfuerzos de convencimiento: la aniquilación o al menos el vaciamiento de
la acción sindical en el único sector en que sobrevive un movimiento
relativamente fuerte, condenaría a todos los trabajadores a soportar relaciones
laborales dominadas totalmente por el arbitrio patronal.
9) Esa
dilusión de la agenda sindical (del sector público) en la “agenda nacional” del
BUSSCO es aún más notable por cuanto:
i) las organizaciones sindicales constituyen una mayoría dentro del
Bloque y tienen una agenda común dictada al menos por la forma que adoptan las
fijaciones salariales y por la feroz arremetida contra los empleados públicos y
sus organizaciones y ii) la conducción
del Bloque, que en su mayoría también está a cargo de dirigentes sindicales, de
alguna manera se han esforzado porque la temática propia de sus organizaciones
no ahogue a los otros sectores representados, sacrificando en detrimento de las
organizaciones sindicales, un espacio que les requiere de mucho una gran
inversión de tiempo, restando posibilidades al desarrollo de su propia agenda.
10)
No se trata, por supuesto, de retroceder al momento en
que el espacio de coordinación lo era exclusivamente de los sindicatos del
sector público y a una agenda centrada casi exclusivamente en las fijaciones
salariales. La construcción de una
“agenda nacional” es un paso importante para procurar la “acumulación de
fuerzas” sociales y políticas. En este
sentido, lograr el compromiso de los sindicatos del sector público para
impulsar temáticas como la defensa del ambiente, contra las concesiones
ruinosas de obra pública, por la soberanía alimentaria y la defensa de la
seguridad social, etc., es el camino correcto.
Pero de ninguna manera se puede abandonar la “agenda” propia del
Movimiento Sindical del Sector Público, como en mi criterio está sucediendo en
la actualidad dentro del BUSSCO. La defensa del Movimiento Sindical del Sector
Público es un tema estratégico para el subsiguiente desarrollo del movimiento
popular. Lo que quiero decir con esto es
que en la coyuntura en que estamos (desmantelamiento de los derechos laborales
de los empleados públicos y ataque frontal contra sus organizaciones sindicales),
la defensa de los derechos laborales de los empleados públicos, pero
especialmente de sus derechos sindicales (negociación colectiva y huelga), debe
ser parte de la estrategia del BUSSCO.
En otras palabras: si el
Movimiento Sindical del sector público se quiebra, las repercusiones negativas
sobre el resto de los movimientos sociales y políticos de corte popular pueden
significar un franco retroceso en la “acumulación de fuerzas”.
11)
¿Cómo lograr que no se abandone la “agenda nacional”
sin diluir en ella la que es propia de los sindicatos del sector público? (por
desarrollar)
San José, 13 de abril de 2015.
[1]
Estos son los ejes de lucha del BUSSCO según un comunicado del 7 de noviembre
del 2013: 1) Costa de Vida (alzas de
tarifas y precios), 2) Defensa de la Seguridad Social (CCSS, EBAIS y
Pensiones), 3) No a las concesiones de obra pública (APM Terminals,
Constructora OAS, Infinito Gold (Crucitas), 4) Educación (incluye dentro de las
demandas por la educación la defensa de los derechos laborales y las pensiones
de los educadores), 5) ICE (Tarifas, competencia desleal contra el ICE en
telefonía celular, Ley de Contingencia Eléctrica) ,6) Contra Paquete Fiscal
(contra impuestos regresivos y desmantelamiento de derechos laborales de
empleados públicos-Déficit Fiscal) y 7) Contra Cultivos Transgénicos.
Estos son los ejes de lucha
según el documento entregado al Presidente Solís del 6 de octubre del 2014:
Estimado Señor Presidente; le proponemos construir acuerdos en un proceso de
diálogo permanente, franco, transparente y sincero; sobre la siguiente Agenda
Nacional:
- Por la definición de una
política de salarios reales crecientes.
- Respeto a los derechos
laborales, libre sindicalización, negociación colectiva y derecho a huelga.
- Aprobación y ejecución de
medidas que detengan el aumento del Costo de Vida.
- Por la defensa de la
Seguridad Social (CCSS y Salud Pública).
- Detener el
desmantelamiento del país con el mecanismo de las concesiones. Parar las
concesiones de obra pública en sectores estratégicos como: Puertos, carreteras,
aeropuertos.
- Por el fortalecimiento de
la Educación Pública y mayor regulación del Estado de la Educación Privada.
- Fortalecimiento del
Modelo eléctrico y de Telecomunicaciones público, solidario y universal.
- Definición de una
política tributaria y fiscal, diferenciada y progresiva.
- Por una política
transparente de inserción económica internacional que respete la soberanía
nacional y con contenido anti-neoliberal.
- Definición de política de
fortalecimiento del sector productivo agropecuario nacional para garantizar la
soberanía alimentaria.
[2] El
siguiente cuadro recoge la composición del BUSSCO con base en listados de
asistencia a sus sesiones y a las organizaciones que firman algunas de sus
comunicados:
BUSSCO: Composición por tipo de organización, 2013
y 2014
|
|||
|
Frecuencia
|
%
|
|
|
Sindical
|
31
|
58.5
|
Comunal
o de Base Territorial
|
7
|
13.2
|
|
Ecologista
|
2
|
3.8
|
|
Estudiantil
|
2
|
3.8
|
|
En
pro de la Salud
|
2
|
3.8
|
|
De
otro tipo
|
3
|
5.7
|
|
Desconocido
|
6
|
11.3
|
|
Total
|
53
|
100.0
|
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