Una peligrosa
ocurrencia
O, de cómo echar a perder una valiosa oportunidad de
mejora
Franco Benavides
Flores
Lo primero que hemos de decir es que MIDEPLAN le dio la razón a la
Afumitra respecto a su alegato de que el cierre de las 11 oficinas Cantonales
de Inspección y Conciliación del Trabajo, para que pudiese llevarse a cabo,
requería formalizar un proceso de “reorganización
institucional parcial”. Esto consta
en el Oficio AME-URI-01-17 del 6 de enero del año en curso, mismo que se hará circular
por esta vía.
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Ahora dirán que no hay que buscar culpables, que basta con corregir el
procedimiento y ya. Pero estamos
hablando de que se instruyó el cierre de 11 oficinas que prestan servicios de
inspección y conciliación desde hace años, incluso décadas. Hablamos de que, desconociendo las normas
reglamentarias y la Convención Colectiva, se pretendía hacer un cierre de hecho
de las oficinas…, y todo porque a alguien se le ocurrió “un nuevo modelo de prestación centralizada de servicios”,
precisamente en el momento en que se disponía de 108 plazas nuevas para
fortalecer los servicios de inspección y de conciliación desconcentrados.
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Ahora dirán que la Afumitra insiste en “llorar sobre la leche derramada”,
en “llover sobre mojado”. Pero, y la
angustia que vivieron los compañeros y compañeras de las 11 oficinas, ¿no tiene
importancia? La forma desconsiderada en que se comunicó el cierre a partir del
1 de enero, ¿no amerita que hagamos un reclamo público? El eventual perjuicio para la población
laboral cubierta por esas oficinas, ¿es despreciable?
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Lo peor es que, mientras un equipo de la Inspección, trabajaba en el
diseño y divulgación de un “Programa
de Trabajo Decente y Nuevo Enfoque”, otro trabajaba, de manera paralela
y clandestina, la propuesta de cierre de oficinas y la modificación de la
jurisdicción de las regionales. Mientras
los inspectores e inspectoras se esforzaban por asimilar el “Nuevo Enfoque”, el que estaba sobre
la mesa, por debajo se cocinaba un fuerte cambio de las oficinas regionales.
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Lo peor es que en el momento en que se inyecta nuevo personal para
fortalecer los servicios de inspección y de conciliación laborales, las
autoridades del Ministerio no sean capaces de elaborar una sola propuesta que
optimice los actuales y nuevos recursos humanos. No. La prueba de ello es que los procesos de las
Direcciones de Inspección y Conciliación, se están desarrollando de manera
paralela. En el primer caso, se trata
del cierre de hecho de 11 oficinas; en el segundo, de una reorganización formal
para crear 8 oficinas de Resolución Alternativa de Conflicto. Los servicios de
inspección y conciliación del trabajo se han concebido en todo este proceso
como “feudos”, como si no se tratara de dos servicios totalmente
complementarios y prestados por la misma institución.
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¿Qué va a pasar a partir de ahora? Eso depende en gran medida de la
decisión que tomen las autoridades superiores del Ministerio. ¿Procederán a
realizar una reorganización formal para cerrar oficinas? ¿Continuarán con el proceso de reorganización
iniciado en la Dirección Asuntos Laborales, aunque éste haya desconocido lo
dispuesto por la Convención Colectiva? Pero lo más importante: ¿Se atreverán a
formular una propuesta integral para fortalecer realmente los servicios de
Inspección y Conciliación de Trabajo optimizando los actuales y los nuevos
recursos o aceptarán la distribución feudalizada
de las nuevas plazas?
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Por el momento la Afumitra seguirá denunciando irregularidades y haciendo
propuestas constructivas.
San Rafael de Heredia, 9 de enero de 2017.
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