Lunes de luna
La Anep: mucho más papista que el Papa
ó de cómo convertirse en la peor cuña del árbol del
sindicalismo
Franco Benavides
Nunca, pero nunca jamás he visto a un
dirigente sindical tan preocupado por quitarle a otro gremio laboral sus incentivos. Desde hace un año o más, la Anep ha puesto en
el centro de su discurso y de todas las negociaciones salariales, el tema del “desengache”
de los incentivos médicos de los reajustes del resto de los empleados públicos.
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Lo que asombra de todo esto, no es solo que la
Anep haya sido la primera en proponer el “desenganche”, sino que cuando ésta
organización sindical logró poner, a fuerza de insistencia y de llamados
retadores al Gobierno, cuando logró, digo, poner el tema en la mesa del
Gobierno y de la CCSS, las autoridades llamarón a los gremios médicos y el
resultado fue nada. Es decir, el
Gobierno decidió no reformar el reglamento de incentivos médicos y no mandar
ninguna iniciativa de “desenganche” a la Asamblea. La CCSS presentó una acción de
inconstitucionalidad y la Sala la rechazó.
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En las tres últimas
negociaciones salariales, los dirigentes de la Anep presentaron como parte de
sus propuestas el tema del “desenganche”, argumentando siempre que la
vinculación de los reajustes de los profesionales en ciencias médicas a los de
algunas categorías de puestos del Gobierno Central era lo que impedía que los
reajustes de éstos últimos fueran superiores.
Reitero: el Gobierno nunca utilizó ese argumento y en cambio sí, y en
todas las negociaciones, el de que los “pluses salariales” de los empleados
públicos y especialmente el de los profesionales (dedicación exclusiva, carrera
profesional, anualidades) provocan un efecto multiplicador.
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Por fin, la Anep logró que de manera formal el
Ministro de Trabajo pusiera como pretexto su cantinela del “desenganche”. Por fin, gracias a la Anep, el Gobierno
supeditó la negociación del reajuste de los salarios para los empleados
públicos al “impacto” que pueda tener sobre las finanzas de la CCSS.
Ese es el gran logro que los empleados públicos le debemos a la Anep.
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Ahora, luego de que el Gobierno, apoyándose en
el reclamo de “desenganche”, receta un 0.43% de reajuste salarial, la Anep hace
un llamado a repudiar el mísero reajuste. Ah, ¡pero eso sí…!, insiste en que
llamará a sus afiliados a una huelga contra el decretazo y pero también para exigir
que el Gobierno desenganche a los médicos.
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¿Y si el Gobierno no quiere? ¿Y si la Sala Constitucional ya se pronunció?
¿Y si los diputados se hacen de la vista gorda?
¿Por qué ese tema debe ser el eje central de las luchas salariales de
una organización sindical? No hay peor
cuña que la del mismo palo.
Heredia, 18 de febrero del 2014.
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